Merodeo la luz de tu mirada,
Vengo a consumarme entera
Entre tu piel y tu hoguera;
Que tu sol se derrame
En mi frágil silueta;
Húmedas llamas
Son mis labios,
Licor de cerezas
Destilan los tuyos… lo bebo;
Entre los pliegues de tu boca
Me desvanezco...líquida me corro,
Como gota azul en la luna de tu vientre;
Tu leve suspiro
Ensanchan mis muslos,
Mis manos abiertas, buscando caminos
En el filo de tu espalda;
Y las tuyas…descifrando el enigma de mi vientre;
Que me quemen los rayos de
Tus dedos, que pequeñas brasas son,
Mi candileja oscura,
A tu andar destellos de luz me siembras;
Que como pétalos mis piernas,
Cuales alas al vuelo,
Cubran la rama que en tu cedro firme mora;
Incita el deseo el compás de nuestros cuerpos,
Las miradas se entrelazan para encontrarnos
Sumergidos en mi cuerpo…
Y mi flor desnuda; tu piel… mojándome toda,
Lava blanca tuya vaga por oscuros caminos,
Vienes a mí, lloviéndote;
Y yo cual luciérnaga...encendida,
En el nocturno de tu cuerpo...solo canto;
Me llega tu perfume
De gardenias y hojas secas,
Y de lunas circundadas… me llenas;
Tu sol blanco alumbrando mi pequeño hueco,
Mis ojos tan grandes, guardando tu aliento...
Gice Silva Rodríguez