Clara

Clara aun no sabia muy bien como había llegado a encontrarse en esta situación. Su cabeza no podía pensar, sus piernas largas y bien torneadas apenas la sostenían. Sentía las manos de aquel hombre acariciando sus hombros y toda ella se estremecía.

527694_351418538284114_2072697832_nNo acaba de entender como había dejado entrar al probador a un hombre desconocido. Clara buscaba a la dependienta para que le ayudara a bajarse la cremallera de aquel precioso vestido que se estaba probando y sin apenas darse cuenta, aquel hombre alto, moreno, con unos ojos brillantes y una mirada profunda se ofreció para ayudarla.

Dios mío, pensó Clara, debo estar loca.  Pero poco importaba lo que ella pensara, porque casi sin darse cuenta, el cerro las cortinas tras de si y se situó detrás de Clara.

Sus manos recorrieron su espalda y entonces ella sintió un escalofrió a lo largo de su cuerpo. El,  bajó suavemente la cremallera y comenzó a acariciar sus hombros acercándose a ella por detrás y rozando su cuerpo contra el de Clara.

Tenían en espejo justamente en frente de ellos y eso hacia que Clara se excitara mas aun. Lo que veía le gustaba y ella se dejaba llevar sin decir una sola palabra. contemplaba con placer las caricias que le hacia. Notaba su boca húmeda besando su cuello, oliendo su pelo...Mientras pasaba sus manos por delante de ella. Acariciándole los pechos. Pechos turgentes y firmes. Clara notaba como los dedos de aquel hombre acariciaban sus pezones sintiéndolos cada vez mas duros...
El le susurraba palabras al oído. Le decía lo bien que la iba a hacerse sentir. Le prometía entre susurros y caricias gozar en pocos minutos de los mejores placeres del sexo.

Las manos de aquel hombre recorrían suavemente pero con firmeza el cuerpo de Clara. Primero el cuello, después el pecho, los hombros y luego bajando poco a poco hacia su estomago...En ese momento Clara sentía que sus piernas flaqueaban. Sus deseos iban en aumento y respondía a los estímulos de aquel hombre con ansia. Sus caderas comenzaban a sentir ganas de contonearse...Las manos de el estaban a punto de colarse entre las braguitas de Clara y ella con un movimiento suave pego sus nalgas aun mas al cuerpo de el para dejar  así, que su mano pudiera entrar mejor entre sus muslos.

69191_158923227572718_347047503_nCuando el alcanzo el sexo de clara, ella ya estaba húmeda, excitada. preparada para que el le acariciara su sexo con movimientos circulares que hacían que Clara casi, casi, se desvaneciera de placer.

Seguían mirándose en el espejo...A clara la visión le parecía extremadamente excitante. El,  seguía besándola por detrás y a la vez, manipulando todo sus sexo con la destreza que da la experiencia. Era fantástico sentir como los dedos de aquel hombre acariciaban su clítoris. Era extraordinario comprobar como en cuestión de minutos Clara podía tener un orgasmo tras de otro con solo acariciarla, rozarla...Con apenas penetrarla con los dedos.

Era todo tan mágico que en apenas unos segundos  se encontró frente a el. Por primera vez se miraban a los ojos y sin decir palabra ella le desabrocho el pantalón y metió sus manos para alcanzar su pene. Ummmmmmm que maravilla!!!!!!!!!! Notar aquel pene caliente, eréctil y húmedo entre sus manos fue el estimulo que necesitaba para acabar de abrasarse en aquel fuego que la quemaba. En el aquel cuerpo de hombre que la hacia sentir toda clase de placeres prolongando sus orgasmos...Haciendo que se repitieran uno tras  otro en una ráfaga infinita.

562457_202713039850060_1878794946_nSolo necesitaban consumar el acto. Necesitaba con urgencia que el la penetrara...Clara lo pedía con su mirada, con su cuerpo, con sus movimientos pélvicos en busca de aquel pene juguetón y vibrante...Necesitaba sentirlo dentro de ella, presionarlo con su vagina hasta alcanzar por completo el éxtasis. Necesitaba que el la poseyera con fuerza, con pasión y deseo...Y lo hizo. Mientras la penetraba una y otra vez subida en su cintura, enganchada con sus piernas al redero de su tronco, el la besaba. La ahogaba con sus besos largos y profundos. Con mordiscos en los labios, en la lengua. Recorriendo su boca. Buscando todos sus rincones y ahogando el uno en el otro los gemidos por miedo a que alguien desde afuera los pudiera escuchar.

Ya nada importaba, Clara sabia que en cualquier momento podía entrar alguna dependienta o incluso algún cliente, pero era tal el grado de excitación que poco importaba lo que había detrás de aquellas cortinas. Se sentía plena, excitada como nunca se había sentido. Sentía en todo sus cuerpo, el placer que le proporcionaba aquel desconocido. Notaba su olor, su sudor. Escuchaba los susurros al oído, enardeciéndola, calentándola. haciendo que se derritiera de puro placer. Los dos estaban a punto de llegar al orgasmo, a su ultimo orgasmo, a ese orgasmo definitivo, en el que sientes que puedes perder el conocimiento en cualquier momento de tanto como estas gozando. Los dos estaban a punto de correrse y lo disfrutaban, lo saboreaban hasta llegar al ultimo estallido. Hasta notar como corría el semen caliente por sus muslos y los dos quedaban rendidos, casi sin fuerzas...Clara tuvo el ultimo orgasmo mirando a los ojos de ese hombre que no conocía de nada y que sin embargo supo hacerla gozar como nadie...Cuando todo  había  terminado,cuando ya estaban satisfechos, Clara le dedico una sonrisa de agradecimiento a aquel hombre que sin conocerla  la había hecho gozar como nadie.

En ese momento, Clara tuvo la certeza de haber vivido en unos minutos una de las experiencias mas placenteras de su vida...
Maria Fonticiella
María Fonticiella

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