Desde la década de 1970, las películas y fotografías con dicho contenido sexual explícito recibían la clasificación X, para diferenciarlas de las de erotismo más suave (S).
La pornografía se manifiesta a través de multitud de disciplinas, como cine, escultura, fotografía, historieta, literatura o pintura, y ha logrado un gran auge en medios como las revistas pornográficas e inclusive el audio (teléfono erótico), y últimamente Internet.