Simone Kylie
La arena estaba mullida y fina,la brisa era suave, delicada, cargada de olores que el mar lleva a la nariz paseándolo por todo el cuerpo, abriendo los sentidos, dejándolos
receptivos a la mas mínima indicación de sensualidad, a vida renovada, invitando a pasear por la orilla dejándola que acaricie la piel de tu cuerpo desnudo, el pelo moviéndose sobre los hombros produce una alegría sensacional, acariciando suavemente la nuca, sintiendo un cosquilleo totalmente impúdico que va desde el centro del ombligo a lo mas profundo de tu ser, activando un ardiente deseo que llevaba dormido mucho tiempo.
Puesto que estaba en una playa paradisiaca de arena blanca y aguas azules pero totalmente publica, tratando de aplacar ese deseo me sumergí entrando lentamente en el frio océano, reaccionando de una manera nada esperada, el mar comenzó a 
mecerme dulcemente masajeando todo el cuerpo de una manera excitante, los senos comenzaron a bailar una danza desconocida para mi, llevando su propio ritmo acompasado por el movimiento de las olas, el agua los subía y bajaba dulcemente abrazando, mordisqueando juguetonamente los pezones para que salieran curiosos poniéndose muy duros y tersos a ver que pasaba, al percibir esa dulce caricia y falta gravidez hacia que aumentara el deseo ardientemente produciendo pequeñas descargas eléctricas y cosquilleo antes a pesar de que el agua estaba bastante fría, las burbujas acompañada de los borbotones de agua continuaban su recorrido, por la cintura y las caderas rozando la piel desde los hombros pasando por todos los puntos de mi cuerpo y tratando de entrar en sitios impensables que tomaban vida propia…
Al salir regrese a mi toalla muerta de frio, tendiéndome sobre ella dispuesta a dejarme seducir por el afable y todopoderoso Lorenzo quien tenia una mano cálida que iba recorriendo todo el cuerpo poco a poco, acariciándolo dulce y suavemente,
Maria Fonticiella
Los rayos de sol, calidos, comenzaban a deslizarse por mi cuerpo humedo...Notaba su presencia en mi acariciandome lentamente,
recorriendo mi cuerpo suevemente.
Sentía esos rayos como suaves dedos, deslizandose y haciendo que mi temperatura subiera. Notaba sus suaves caricias a lo largo de mis brazos, bajando lentamente hasta mi cintura. Mi calor iba poco a poco en aumento, mientras aquellos dedos expertos en forma de rayos solares, bajaban hacia mis muslos y se escondían entre mis piernas.
Simone Kylie
El calor me poseia, me abrazaba, recorria mi cuerpo con ansia, me desbordaba, me quemaba, el bronceador que habia comprado era muy suave y liquido de estos de facil extension para que se deslizara bien, rapido, cogi el bote y lo aplique haciendo una raya entre mis senos hasta el ombligo, estaba fresquito y hacia cosquillas...
mecerme dulcemente masajeando todo el cuerpo de una manera excitante, los senos comenzaron a bailar una danza desconocida para mi, llevando su propio ritmo acompasado por el movimiento de las olas, el agua los subía y bajaba dulcemente abrazando, mordisqueando juguetonamente los pezones para que salieran curiosos poniéndose muy duros y tersos a ver que pasaba, al percibir esa dulce caricia y falta gravidez hacia que aumentara el deseo ardientemente produciendo pequeñas descargas eléctricas y cosquilleo antes a pesar de que el agua estaba bastante fría, las burbujas acompañada de los borbotones de agua continuaban su recorrido, por la cintura y las caderas rozando la piel desde los hombros pasando por todos los puntos de mi cuerpo y tratando de entrar en sitios impensables que tomaban vida propia…Al salir regrese a mi toalla muerta de frio, tendiéndome sobre ella dispuesta a dejarme seducir por el afable y todopoderoso Lorenzo quien tenia una mano cálida que iba recorriendo todo el cuerpo poco a poco, acariciándolo dulce y suavemente,
Maria Fonticiella
Los rayos de sol, calidos, comenzaban a deslizarse por mi cuerpo humedo...Notaba su presencia en mi acariciandome lentamente,
recorriendo mi cuerpo suevemente. Sentía esos rayos como suaves dedos, deslizandose y haciendo que mi temperatura subiera. Notaba sus suaves caricias a lo largo de mis brazos, bajando lentamente hasta mi cintura. Mi calor iba poco a poco en aumento, mientras aquellos dedos expertos en forma de rayos solares, bajaban hacia mis muslos y se escondían entre mis piernas.
Simone Kylie
El calor me poseia, me abrazaba, recorria mi cuerpo con ansia, me desbordaba, me quemaba, el bronceador que habia comprado era muy suave y liquido de estos de facil extension para que se deslizara bien, rapido, cogi el bote y lo aplique haciendo una raya entre mis senos hasta el ombligo, estaba fresquito y hacia cosquillas...
continuará
